Un dato realmente sorprendente es el que ocurre en esta localidad de Brasil. En Campina Grande el número de perros callejeros supera al de personas sin hogar en un 500%. Por ello, un artista decidió darle uso a unos antiguos neumáticos para ayudar a los que más lo necesitan.
Los animales no pueden defenderse. No pueden quejarse del frío, ni de la lluvia. Pero sufren igual (o más que nosotros). Por ello, cabe destacar la proeza realizada por este generoso artista brasileño, que transformó esos viejos neumáticos en camitas para los perros callejeros.
Una nueva vida a los neumáticos y a sus nuevos propietarios
El humilde artista Amarildo Silva ha conseguido, con tan solo 23 años, convertirse en noticia mundial.
Este brasileño se percató de que a los perros callejeros o abandonados del vecindario les gustaba refugiarse y acurrucarse en los viejos neumáticos que encontraban por las calles de su ciudad.
Por ello, se le ocurrió una idea estupenda que no dudó en poner en práctica. Recogió las ruedas que fue encontrando por las calles para convertirlos en cómodas y bonitas camas para los animales.
El proceso es sencillo. En primer lugar, los corta eligiendo la forma que les quiere dar y los pinta con colores alegres. Después, los decora al gusto. Esto suele ser con huesos, corazones o patas que representen a los animales.
Por último, coloca cojines en su interior con el fin de que los pequeños se sientan cómodos y protegidos.
La iniciativa ha dado la vuelta al mundo aunque el artista comenzó vendiendo sus creaciones a sus familiares o amigos para que lo ayudaran con el proyecto, este ha conseguido dar la vuelta al mundo.
Tanto le ha servido que ha montado su propio negocio con las camas para animales e incluso ha dado charlas para colegios e instituciones. Siempre en contra del abandono y siempre cuidando los derechos de los perros callejeros de Brasil y del resto del planeta.
De hecho, además de transformar neumáticos en divertidas camitas, ahora también convierte montículos de caucho en coloridas macetas destinadas a los jardines de su comunidad.
¡Un trabajo envidiable!