Son nueve cráteres de diferente dimensión enclavados en la periferia de Ixtenco
Redacción
Ixtenco, es el último reducto de la cultura otomí localizado en el Altiplano central de México y al oriente del estado tlaxcalteca, fundado en 1532; en el municipio prevalecen dos formas características de relieve: Zonas accidentadas, que abarcan aproximadamente el 30% de la superficie y las Zonas semiplanas, que ocupan el 70% de la superficie y se ubican al noroeste y sureste de la región.
El cerro de Xalapasco, es una de estas zonas que rodean el territorio otomí, de hecho, desde uno de los cráteres más grandes se pueden observar los cuatro puntos cardinales con una vista espectacular y única.
Hay un registro por los Geólogos, en donde consta que la Malintzi hace millones de años hizo erupción, a Ixtenco le tocó una expulsión distinta a la que comúnmente arrojan otros volcanes conocida como lava de obsidiana, de ahí que el municipio recibió piedras de diferentes dimensiones, incluso algunas llegan a pesar entre 500 a 600 kilos; de hecho, con algunas de ellas se construyó la torre de la iglesia de San Juan Bautista.
El primer cráter, considerado el más grande de todos, incluso por su gran magnitud y forma, se asemeja al de un estadio de fútbol, teniendo una profundidad aproximada a los 50 metros; Ángel Moreno describió: En este cerro, existen 9 cráteres, aunque se desconoce la manera en que pudieron formarse, posiblemente se crearon cuando geológicamente la Malintzi, hace miles de años hizo erupción, de hecho el cerro de Xalapasco es considerado un pequeño volcán apagado.
Para acceder a esta zona existen varios accesos, uno de ellos es el más frecuente y sube con rumbo a la montaña la Malintzi, tomando la desviación hacia la hacienda de San Cristóbal, otro de los caminos es el que colinda con la parte norte del municipio de Ixtenco, uno más sobre la carretera de la parte poniente, también se puede llegar por la comunidad de Pilares y una última vía es por la capilla que se encuentra con destino a la carretera Ixtenco-Huamantla.
El suelo de esta área natural tiene una característica particular, porque es tierra poco fértil, debido a que la zona es árida y es muy difícil que exista suficiente vegetación; sin embargo, los vigilantes y autoridades municipales se atrevieron a sembrar piñón, por ser el único tipo de árbol que si logra la maduración, cuyo tiempo de crecimiento es de aproximadamente 15 años para alcanzar su máximo nivel de altura, ya que pueden llegar a rebasar los 8 metros, hoy es día es lo que se cosecha durante la época de octubre a diciembre, que es cuando este fruto ha madurado.
Desde lo más alto del lugar, se puede observar los cuatro puntos cardinales, en donde pudimos vislumbrar al sur Audi y el Pico de Orizaba, al norte Huamantla, al oriente tierras agrícolas y al poniente la Malintzi.