Por Thania:
La producción textil en Tlaxcala fue, y sigue siendo, un elemento socioeconómico clave. Al igual que en otras áreas de Mesoamérica, era una actividad importante dentro de la unidad doméstica. Con una historia y un desarrollo de cientos de años, los textiles en Tlaxcala se ha caracterizado por tecnologías especializadas desde la época prehispánica.
La colonia española viene a reforzar la producción textil, introduciendo nuevos materiales, como la lana, y nuevas técnicas de producción (Rosales Ortega 2003:138). Durante los siglos XVI y XVII, la localidad de Contla de Juan Cuamatzi, Tlaxcala destaca como productor importante de textiles de algodón, donde el trabajo artesanal era realizado por pobladores indígenas.
Para el siglo XVIII, Tlaxcala es considerado como uno de los centros más importantes de la industria textil (Miño Grijalva 1983:532). De hecho, Rocío Rosales Ortega nos dice que, en general, el centro de México ha sido desde la colonia “un lugar de concentración de las actividades textiles, creando una enorme red de producción y comercialización en torno a esta actividad” (Rosales Ortega 2003:132). Así, el estado de Tlaxcala ha tenido muchos antecedentes históricos que harían de la industria textil “el motor del desarrollo económico de la entidad” (Rosales Ortega 2003:137).
Para el porfiriato, las fábricas textiles de Tlaxcala se vuelven las más importantes del país. Pero durante la Revolución, la mayoría de las fábricas textiles de Tlaxcala son destruidas. Es en 1923 que la industria resurge en el país, pero Tlaxcala tiene problemas de organización y la producción textil se ve limitada de nuevo a talleres artesanales locales. Esto sigue así por unos años, especialmente por la crisis económica mundial de 1929. En 1935 Tlaxcala comienza a recuperarse de la crisis, y nuevas fábricas de lana se establecen en el territorio, siendo ahora éstas más importantes que las de algodón(Rosales Ortega 2003:141).
Contla de Juan Cuamatzi se encuentra actualmente dentro de las comunidades especializadas en los ramos textil y del vestido (Rosales Ortega 2003:146), experimentando un crecimiento dentro de las cadenas de ensamblaje. Sin embargo, los empleados en ésta industria son comúnmente mal pagados, trabajando jornadas muy largas.
Afortunadamente, Contla ha experimentado un crecimiento en la producción artesanal, ya que se ha abierto a mercados internacionales, además de regionales (Rosales Ortega 2003:146). Rosales Ortega (2003:151) menciona que ha surgido una estrecha interrelación de la producción artesanal con la industrial debido a ciertas transformaciones. Los artesanos de Contla de Juan Cuamatzi se han convertido en consumidores de hilo producido por los empresarios de las grandes fábricas textiles. Esto implica que ambas producciones no son mutuamente excluyentes.
Sin embargo, los artesanos de textiles en la actualidad enfrentan un problema bastante común: los comerciantes intermediarios para la distribución de sus productos finalizados.
“Los comerciantes piden tal cantidad de piezas hechas artesanalmente, y las recogen pero tardan mucho en pagar, o a veces no pagan nunca”- productor textil artesanal de Contla de Juan Cuamatzi, Tlaxcala.
Los productores tienen que aceptar estas negociaciones ya que pueden pasar mucho tiempo sin vender sus piezas.Incluso, algunas veces los comerciantes se hacen pasar los productores, quitándoles todo el crédito y la ganancia a los verdaderos productores.
Otro problema es la disminución del precio de las piezas textiles artesanales. La competencia entre comerciantes lleva a vender cada vez más baratas las piezas, dejando una ganancia muy pequeña para el productor.
La producción textil moderna en Tlaxcala sigue siendo importante dentro de las unidades domésticas. Encontramos hoy en día distintas familias en algunos de los pueblos del estado que preservan esta actividad como identidad del grupo doméstico. De esta manera, la producción textil tiene un gran significado cultural y económico para estas familias.
Referencias:
Miño Grijalva, Manuel (1983) Espacio económico e industria textil: los trabajadores de Nueva España, 1780-1810. Historia Mexicana 23:524-553.
Rosales Ortega, Rocío (2003) Tlaxcala, ¿un distrito industrial? Sociológica 18(51):131-163.